Una gran marquesina servirá de acceso al espacio museístico del subsuelo cuya adecuación está ya en su fase final
CaixaForum Sevilla abrirá en la segunda quincena del mes de febrero de 2017 y lo hará con dos exposiciones, la muestra «¡Mírame¡»,
una selección inédita de las obras fundamentales de la colección de
arte contemporárea de esta entidad centrada en el retrato, y una
retrospectiva del pintor Hermen Anglada-Camarasa.
Así lo ha anunciado la directora general adjunta de la Fundación Bancaria «La Caixa», Elisa Durán, en una visita realizada a las obras del futuro espacio museístico situado en el complejo Torre Sevilla junto con el director territorial de CaixaBank en Andalucía Occidental, Rafael Herrador, y el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra, y donde ha señalado que este nuevo espacio viene a «complementar la oferta y a ser un importante dinamizador de la vida cultural de
la ciudad, creando un nuevo polo de atracción junto al río». Durán
recordó que la obra se inició a principios de 2015 y ha supuesto una
inversión de 18 millones de euros.
El nuevo edificio, con sus 8.100 metros construídos y una superficie útil de 7.500, será el octavo CaixaForum de España y el tercero más grande,
tras Barcelona y madrid. Contará con dos salas de exposiciones,una de
704 metros cuadrados y otra de 384; un auditorio de 276 plazas; dos
salas polivalentes de 180 metros cuadrados cada una; talleres; cafetería
y una librería tienda.
Durán
destacó que estas instalaciones, donde trabajarán 7 personas del equipo
de CaixaForum pero que creará en torno a cien puestos de trabajo
indirectos, serán «mucho más que un espacio expositivo» ya que además de
acoger seis exposiciones al año allí se celebrarán conciertos, conferencias o talleres educativos, se convertirá en un lugar para el debate social.
La visita a la obra fue guiada por el autor del proyecto, el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra,
quien ha señalado la complejidad de actuar en un edificio construído
para otros usos y cuya estructura ha condicionado la posibilidad de
adaptación, «porque yo no hubiera hecho una sala de exposiciciones llena
de pilares».
El
proyecto,ha explicado, tenía que resolver por una parte la estrategia
de ocupación de un espacio distribuido en tres niveles y el problema de la visibilidad
generado por estar buena parte del mismo en el subsuelo. Esa solución
se ha logrado en el interior adecuando las necesidades a los espacios
existentes, a las grandes pilas de hormigón y a la estructuras colgantes
de los macetones de los jardines, y en el exterior con una marquesina
en la zona de acceso al edificio, que a la par, es un lucernario, un
elemento de luz que conduce abajo, al interior.Vázquez Consuegra
ha explicado que el proyecto ha querido crear dos atmósferas diferentes
teniendo en cuenta los dos espacios, el subterráneo y el que va en la
superficie, diferenciando en lo que va abajo lo que persiste y arriba
lo emergente, con sistemas constructivos más clásicos en el interior y
más actuales en el exterior. Ello, sumado a la ncesidad de cubrir la
escalera, el ascensor, de atraer la luz y de adecuarse a los árboles,
configura una marquesina formada por trazos rectos y
una especies de bóvedas que le dan una forma especial y pueden
convertirle, como confía el arquitecto sevillano, en un icono identificativo del CaixaForum y la ciudad.
Está previsto que la obra será entregada a CaixaForum a finales de septiembre. A partir de entonces se procederá a adecuar ese espacio a su nuevo con las instalaciones necesarias.
FUENTE: ABC DE SEVILLA