Fecha: Del 11/05/2017 al 14/05/2017
Espacio: Teatro Lope de Vega
Horario: Jueves, viernes y sábado, 20:30h
Domingo, 19:30h
Ciclo: Teatro
Entradas: De 21€ a 4€ *Abono 2º y 3º trim
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Enfrentarse a Quevedo y, sobre todo, zambullirse en ese caudaloso discurso lúcido y doloroso sobre la decadencia de un imperio, es una insensatez de la que solo eres consciente cuando ya estás con el agua al cuello tratando de sobrevivir a esa embestida directa contra las conciencias que es la obra magna del gran cronista de la realidad española sin adornos, sin coartadas, yendo a lo más profundo de la herida aunque te empapes en su sangre. Como un reflejo poderoso, esa herida es el manantial del que brota la obra de Quevedo. Y esa llaga abierta a partir de su encierro en la Cárcel de San Marcos es la propia herida, tan física que impregna todos sus escritos. Su obra se transforma en una sangría existencial, un tránsito doloroso de lo pasajero a lo eterno. El testamento de un artista, pero sobre todo de un hombre que padecía en carne propia el desistimiento de unas fuerzas llevadas a su límite en un tiempo en el que ya no se podía soñar, donde lo épico se degradaba en retórica, la valentía en soberbia, la nobleza en herencia sin merecimientos. La realidad del XVII era tan contundente que “solo se podía vegetar o vivir en carne viva”. Y así vivió Quevedo, contemporáneo de Velázquez, pintor también de la liquidación española. Eso hemos intentado reflejar a partir de su obra más personal, sus SUEÑOS, crónica dolorosa y lúcida de una España presa de la corrupción de las monarquías absolutas de Felipe III y IV, presa del ocio y de la ignorancia, donde la filosofía era esclavizada por la teología. Todo olía a podrido en Madrid y en las Españas, y ahí es donde escandalizan los sueños, chismosos y veraces, caricatura, testimonio, dolor y carcajada, escritos por una mano atravesada por el dolor que rezuma su propia herida interior. Quevedo se convierte, sin querer, en el testigo más fiel de cómo empezamos a perderlo todo. Y ya desde lo propiamente teatral, es tan profunda su reflexión sobre la realidad de su época que nos hace trasladarnos hasta nuestro tiempo en un viaje extraordinariamente lúcido y poderoso donde pueden convivir Francis Bacon, Federico Fellini, El Bosco, Béla Bartók, y Nino Rota. Ese es nuestro camino.
Gracias a Helena Pimenta y la CNTC por acompañarnos en este viaje con su complicidad incondicional y su ánimo. A Juan Echanove, grande y generoso, el alma de este proyecto, y a la recién fundada Compañía Karamázov que, gracias a él y a su pasión por el teatro, ha emprendido ya un viaje estimulante y necesario. Gracias a José Luis Collado por su dedicación y su desvelo en este nuevo reto teatral después de su adaptación de Los hermanos Karamázov. Y como no podía ser de otra manera, gracias a todo mi equipo, a mi lado siempre. Seguro que sin todos ellos este espectáculo no sería igual.
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COLABORADOR DE SEVILLA TURÍSTICA
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