Se sabe que la Puerta se encontraba al final de la calle San Esteban en la confluencia entre la de los Tintes y la del Muro de los Navarros, en lo que actualmente es la calle Puerta de Carmona. El lienzo de muralla del que arrancaba todavía es visible en un pequeño callejón lateral.
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Historia
La puerta como tal ya debía existir en la época romana, como parecen demostrarlo los hechos de que en ella acababa el “decumano maximus” que partía del foro, y que desde ahí se iniciaban las distintas vías que partían hacia Málaga, Granada, o Los Alcores.
Era la puerta más importante de cuantas se encontaban al este de la ciudad, y hasta ella llegaban los conocidos como Caños de Carmona, una conducción de agua que acababa en un gran depósito en el interior de la muralla que estaba junto a la Puerta, desde donde se distribuía hacia distintos barrios del interior.
Por esta entrada llegaban a diario grandes partidas de pan, trigo, hortalizas y vino que salían de los Alcores para ser vendidas en la Alhóndiga o en el mercado del Salvador.
Debía ser de acceso directo y estar enmarcada entre dos torres, como correspondía a las entradas principales. Esto justifica que esta puerta no figurara en el proyecto presentado por Hernán Ruiz II en 1560 sobre las puertas a rectificar para convertirlas en entrada recta y "a eje".
Como tantas otras, sufrió distintas adaptaciones y remodelaciones, siendo muy transformada en la reconstrucción finalizada en 1578 bajo el mandato del asistente Conde de Barajas, de la cual quedó constancia en la placa colocada en la fachada.
Se sabe de la autoría de las trazas de la reforma realizada por Asensio de Maeda, por entonces “Maestro Mayor” de las obras de Sevilla, y que debieron extenderse hasta 1586, dando lugar a una nueva puerta con un aspecto ya muy evolucionado, próximo a la estética del barroco del siglo XVII.
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Con dos cuerpos de altura, la reforma dada por Asensio de Maeda le otorgaba a esta puerta una estética tardorenacentista que incluía un primer cuerpo almohadillado hasta el entablamento, y se coronaba por un frontóncurvo partido, enrollado a modo de volutas, donde se incluían las armas reales.
La Puerta fue derribada junto con las del Osario y de San Fernando en diciembre de 1868.
La iconografía de esta Puerta queda manifiesta en dibujos realizados durante el siglo XIX, el primero de ellos debido a Richard Ford, de 1831, donde la puerta aparece avanzada hacia el exterior y situada en un extremo prominente de la muralla. Otros documentos gráficos son debidos a Genaro Pérez de Villaamil, de 1845, el de Bartolomé Tovar, de 1848, o el más general de Francisco Javier Parcerisa Boada, de hacia 1850.
Maqueta de la Puerta de Carmona de Sevilla, expuesta en la planta baja del ayuntamiento de la ciudad.
FUENTE: SEVIPEDIA