FUENTE: EL CORREO DE ANDALUCÍA
El entorno de la Macarena luce ya sin las vallas, los restos de materiales de construcción han dejado paso a la nueva plazaque Sevilla gana para el peatón. Atrás quedan los meses de obras que han convertido el entorno en un espacio diáfano ganado para el ciudadano.
La nueva plaza, en la que se han invertido 277.687 euros, tiene plataforma única e incluye la colocación de un pavimento quepermite distinguir el trazado de la antigua muralla. Además, para separar esta nueva plaza del intenso tráfico que registra la calle Resolana, se construirán unas «barreras» visuales y conceptuales: el carril bici, que ya están instalado pendiente de repintar cuando pasen las lluvias, como espacio intermedio entre el tráfico rodado y el espacio peatonal, y una hilera de árboles (naranjos) que, acompañados de bancos (que se instalarán tras la Semana Santa), cierran de alguna manera el espacio, sin impedir en ningún momento la vista de la Basílica de la Macarena. Además, en la zona aledaña a la rampa de salida del arco y en el extremo de la paradas de taxis, se colocarán parterres con arbustos de poco crecimiento, también tras la Semana Santa. Con esto se propone evitar que los peatones crucen por zonas indebidas, y que sigan los recorridos peatonales propuestos.
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Con la obra, que se ha prolongado nueve meses, los accesos al centro por San Luis se han ligeramente modificados. La calle Macarena se ha convertido en la clave. Aunque la plaza se quedará exenta de coches, el tráfico volverá al arco macareno después de Semana Santa. Si bien, es intención municipal lograr el acuerdo para que el paso por este lugar emblemático se limite a los residentes.
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Grupo: Amigos de Sevilla Turística